Evaluación final

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La evaluación final nos permite examinar hasta qué punto los estudiantes han conseguido alcanzar los objetivos académicos fijados, de ser así, es lo que consideramos un aprendizaje valioso al final de un período determinado. Proporciona información sobre el nivel en el que se han desarrollado las habilidades de los estudiantes y también puede reflejar las principales dificultades asociadas con el logro de este complejo aprendizaje.

Además, puede evaluar la calidad de los aprendizajes obtenidos y de las tareas realizadas, aunque es una evaluación final y de resultados, puede tener una finalidad formativa, ya que es un ejemplo del proceso de evaluación del desarrollo de competencias. La información recapitulada se puede utilizar para mejorar aspectos de futuros cursos.

Funciones de la evaluación final

la evaluación final puede adoptar dos funciones para la evaluación: formativa y sumativa.

Una evaluación formativa se lleva a cabo en cada una de las etapas del proceso de aprendizaje. Su objetivo es orientar a los alumnos para que por ellos mismos logren sus objetivos a medio y largo plazo. Adoptan un papel más activo para que sean autosuficientes. Con este tipo de evaluación, los tutores utilizan evaluaciones de la información para adaptar su metodología y los estudiantes para mejorar su enfoque.

Por otro lado, Las evaluaciones sumativas, son desarrolladas por los docentes para reunir información sobre los alumnos con respecto a los objetivos académicos a conseguir y generalmente son material evaluable. Realizan al final del año escolar y se les puede denominar prueba, informe, trabajo, proyecto de fin de clase o examen final, todo destinado a asignar calificaciones y comunicar el éxito o el fracaso. Esta metodología resulta muy útil cuando se pone a disposición de los estudiantes información sobre sus logros.

Tipos de análisis de los resultados de la evaluación final

Los resultados recopilados tras realizar una evaluación final pueden analizarse e interpretarse a través de tres referentes distintos:

1. Evaluación nomotética criterial: En relación con los objetivos y los criterios de evaluación establecidos en la unidad didáctica, al final de la jornada escolar de tal forma que describa la situación en la que se encuentra cada alumno en relación con los aprendizajes establecidos.
2. Evaluación ideográfica: Teniendo en cuenta la evaluación llevada a cabo a cada alumno y las posibilidades de desarrollo y aprendizaje que se pretendía alcanzar. Se determinará si su progreso ha sido satisfactorio.
3. Evaluación nomotética normativa: En relación con los resultados alcanzados por el resto del grupo o, incluso, del conjunto del grupo en comparación con otros grupos de alumnos del mismo curso. En este caso puede resultar interesante ya que ayuda a valorar la calidad educativa que está ofreciendo.

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